viernes, febrero 23, 2007

Iskender Hot jalapenio chilli

Si Akita recordara el sueño de hace unas paginas, pensaria que la idea de malear y esculpir codigo genetico para un equino con epidermis color jugo de guayaba equivaldria a alguna especie de idolatria. Como un artesano michoacano esculpiendo en delicadas maderas la imagen de su deidad favorita. Uno en madera, y el otro en acido y sangre. Pero no recordaba nada del sueño, todo quedo en su subconsiente y lo unico que este hacia alli era acomodarse tranquilo con el resto de memorias olvidadas, sin preocuparse por salir o hacer nada. Akita se dirigio a su laboratorio con un contrato firmado, y trabajo asegurado por un lustro.

Canuto si recordaba el sueño. El lo confecciono, edito y rendereo en la inugami de Tiempo. Esta inugami, a pesar de ser 500 años mas adelantada de cualquier sistema que Canuto conociera, aun pudo compilar Blender y hacer uso de los modelos de IPU y algunas librerias extras. La gracia del FSM, o la flojera de generacion tras generacion de *nix hackers en reusar codigo ochentero. Sea cual fuera la razon, el onirico video quedo casi perfecto, y cualquier error solo lo hacia mas creible.

"Explicame como esta esto de que la Muerte quiere un Pony, y porque tenemos que apresurarnos, ¿no eres tu el 'Oh! Poseedor del control de la videocaseterea del Tiempo'?" Canuto no tenia mucho interes en escuchar la respuesta, ya se la imaginaba, pero estaba muy aburrido y no queria comer su Kebab en silencio.

"La Muerte, y toda su familia, viven, por asi decirlo, fuera del oceano del tiempo. Su guia es mas personalizada. No es que yo tenga que apresurarme, ni que la Muerte tenga una cita, es el tiempo que llevas vivo lo que le interesa. Asi que, a partir de que le perdono cuando llego casi muerto a 2552, le dio un lapso para entregar un pony". Tiempo se veia pensativo, mirando al suelo, sentado la orilla de la banqueta frente al puesto de autenticos turcos. "Nos quedan solo 5 dias, Canuto!"

Canuto estaba platicando con el dueño del local, explicando (en turco) que mezclar la salsa Iskender con chiles jalapeños y chilli sauce era una excelente idea, y que lo dejara comprobarselo. Ambos se lamentaban que el paladar japones no gustara del borrego o la cabra.

"¡San Canuto! ¡Esto es muy importante! Estoy haciendo todo esto para usted!" Tiempo era la cara de la indignacion. Si la indignacion no supiera como comer un kebab sin mancharse la cara de salsa.

"Claro, *Lazaro*, claro. ¿No quieres otro? Este puesto no va a estar aqui en 5 años. A poco no quedo suave el iskender special, ¿Don Donner?".

Treinta minutos despues, dos estomagos llenos y sus dueños desaparecieron sin dejar rastro alguno, sin siquiera un efecto de sonido, o un destello de luz. Donner Kebab agrego un nuevo sabor: "Iskender Hot jalapenio chilli". Fue un exito.



martes, febrero 13, 2007

Pinku basashi.......5200円

Mientras el buen Doctor termina de vestirse, preparar el café y hacer todo el tipo de preparativos típicos de esta atípica reunión matutina, Tiempo y Canuto discuten. Para quien haya seguido esta historia, sabrá que no tiene nada de raro, si acaso, es lo único que no es raro. Lo que discuten es algo muy simple, algo sencillo y trivial. Claro esta, el que haya tenido paciencia de leer todo hasta ahora ya se imaginara, pero ya saben que Canuto no es paciente.

-"¿Por que necesitamos un genetista?"
-"Porque los ponies rosas no crecen en los arboles"
-"¿Uh?"
-"Los arboles, son del reino vegetal. Los ponies son de otro reino"
-"¿Uh?"
-"Cosa de genes, en mi tiempo tenemos ciencia muy avanzada, no te preocupes por entender"

El Dr. Akita abrió la puerta para encontrarse con estos dos gaijin. Uno de ellos pulcro y perfectamente peinado, resaltando en su parca. El otro con un traje desarreglado, sobandose las costillas con una mano, sobandose la quijada con la otra. Un destello de cordura cruzo su cabeza, tal vez dejar entrar a estos tipos no era razonable. El hombre de la parca levanto solemnemente la bolsa de pan, la cual despidió un hipnotizante aroma.

-"Douzo, douzo" dijo, invitando al par.





Existen varias teorías referentes al inicio del universo, la mas popular, curiosamente la que por "universo" solo menciona la Tierra, describe como un Divino Verbo creo todo en cosa de una semana, terminado un mediodía de Octubre en 4004 a.C. Como la mayoría de las teorías populares, esta es errónea y totalmente carente de sustento en datos comprobables. La realidad es que el universo (junto con la vida, la tierra, la humanidad, los piratas y la cerveza) fueron creados no por un Dios pastor paternalista, si no por un omnipresente, omnisapiente, omni al dente, monstruo de spaguetti volador (FSM). Este conocimiento ha sido incrustado en nuestra memoria genética (nuestra, asumiendo que el lector nació es este universo), razón por la cual todo ser ligeramente consciente tiene un gusto innato por algún tipo de Ramen, o en su defecto, por albóndigas.

El universo fue creado por un enorme amasijo de pasta. También fue creado por una yegua de color rosa que portaba orgullosa un único cuerno en su frente. Si alguien se pregunta en donde esta esta unicornio, la respuesta es "justo allí". El ojo del amateur no podrá discernir nada, puesto que es invisible, también intangible. El ojo del profesional en estas materias divinas, tampoco vera nada, pero la persona que tiene tal artificio ocular incrustado en su cráneo sonreirá y satisfecho exclamara "Benditas sean sus sagradas pezuñas". IPU (Invisible Pink Unicorn) diseño el pan (universo, para nosotros simples mortales) de manera que aun al expandirse, sus pasas (Galaxias) se mantuvieran mas o menos del mismo tamaño.


Esto no lo sabia el dr. Akita. Siendo un científico de profesión y corazón, tenia la idea de que, de acuerdo con el mas reciente modelo científico, era probable que todo hubiera comenzado con un Big Bang. Por supuesto, la idea de que el universo esta relacionado con panque con pasas le sonaría apetecible.

-"Queremos que nos cree pony" Informo la figura en la parca. Su japones traicionaba que no era nativo (en caso de que la barba, ojos y demás partes de fenotipo no gritaran "EXTRANJERO"), tenia perfecta gramática y clarisima pronunciación. Algo parecido al "ingles real", acento británico hablado por ingleses en todo el mundo, menos en Inglaterra.

-"Eso tendrá que ser rosa" Secundo la otra figura. Su voz y su boca no estaban en sincronía, Akita asumió que era una ilusión causada por el pobre manejo del idioma. En realidad era que el "autentico traductor inmediato", un trinquete que traduce de cualquier idioma a cualquier otro, menos chilango, solo era 98% inmediato.

-"¿Doctor?"

-"okke... Tomara algo de tiempo, y bastante dinero".

-"El tiempo esta de mi lado". Dijo tiempo, con una sonrisa enigmática, a la Clark Gable. Eso trato de decir, al menos. En realidad sonó a "Tiempo se ubica en mi flanco cerca". Canuto solo sopeo su pan, aprovechando que ser extranjero en Japón significa permiso para tener malos modales de mesa.

viernes, enero 26, 2007

Blessed Be Her Holy Hooves

El Dr. Akita duerme no tranquilamente en su no tan tranquilo hogar. Al lado del futon se aprecia lo mejor que la comida para llevar puede ofrecer, cantidades enormes de envolturas de plástico y palillos desechables. El aroma de salsa de soya vieja denota la precisa cantidad de semanas desde que su hijo Bernardo salio hacia el misterioso país productor de chile habanero. No era tristeza o soledad la causante de tal poco interés en la salubridad, era simple y llana apatía. Eso, y que Bernardo era el que se sabia los días que pasaba la basura. El que sabia en donde poner la basura, también.

Un repentino, rítmico e increíblemente horrible sonido arrebata al doctor de su muy necesitado sueño. Asustado, con la cara pintada en blanco cadáver, trata de dar con el origen del sonido, a fin de acallarlo por la eternidad. Aun con el cerebro a medio dormir, entre su nublada vista, y mas nublado juicio, logro dar con la fuente de la auditiva torturan; un par de segundos mas tarde, las otrora perfectamente sincronizadas entrañas de un despertador de 100 yen decoraban caoticamente el otro lado del apaato, junto con los restos de otros aparatos que cometieron la osadía de cumplir con su única función de despertar. El Doctor trata de forzar su entrada a la alucinación colectiva que llamamos realidad, heroico esfuerzo que se va al demonio cuando involuntariamente pronuncia la fatídica frase "Aun las 7:55... dormir otros 5 minutos...".

De regreso a la comodidad del cálido futon, el cincuentón divorciado finalmente se sentía abrazando el elusivo estado de perfecta y reconstructiva jetones. Ondas θbailando, borrachas en adenosina, músculos relajándose, oídos haciendo lo posible por ignorar cualquier sonido. Una plácida sonrisa se dibujaba en el rostro de reconocido genetista, las ondas θdejaban el piso de la disco a las δ (que son mas chidas), y fue allí cuando sus glóbulos oculares iniciaron a un grupo de contracciones erráticas capaces de cantar y casi bailar sobre como perder su religión. Fue entonces cuando llego la visión, una visión que cambiaría el rumbo de la vida de al menos 3 personas, y que seria tema de platica de amas de casa por casi dos meses.

Akita se vio en en medio de un imposiblemente hermoso campo. Algo nunca visto en su vida (aunque, siendo un sueño, en realidad nunca lo ha visto), verdes a lo largo y ancho del horizonte, pasturas frescas, cielo azul, un sol amarillo y cálido. Ni una sola mancha de civilización, ni siquiera un camino, ni siquiera un 7Eleven. El Dr se sintió como cualquier humano en esta situación, rodeado de naturaleza. Fuera de lugar.

No mas fuera de lugar que el magnifico animal que estaba frente a el. No lo había notado hasta ahora, y no le importaba porque algo como un unicornio rosa mexicano había escapado su vista en los minutos (¿días, horas?) que llevaba en esa planicie, ni tampoco le importaba que la planicie ahora tenia un enorme océano, y una playa de arena blanca, y nada que tuviera que ver con una planicie. Algo tenia el unicornio que no lo dejaba mirar hacia otro lado, y, sufriendo de la nativa curiosidad que todo simio posee, visualmente trato de indagar mas sobre su equino y cornudo acompañante.

"¿Tengo algo en la cara? ¿Que buscas? No hay nada allí, soy una Yegua"
Una voz suave y digna se escucho. El unicornio... la unicornio nunca movió los labios al pronunciar estas palabras, probablemente por pena por una mala dentadura, o por el aliento a cebada y pan con pasas.

"Curioso" Atino a decir Akita, "¿Algún otra cosa que seas, además de rosa, hembra y unicornio?"
"También soy invisible. Mejor que contestes el teléfono."

Akita despertó de golpe, completamente consciente, inexplicadamente descansado y relajado. Inexplicadamente con antojo de pan con pasas. Recordó algo sobre el teléfono, y mientras se incorporaba para recoger el celular del particular lugar del suelo en donde siempre deja todo lo que traiga en las bolsas antes de dormir, este timbro.

-"moshi moshi"
-"Buenos dias, mi nombre es Canuto. Necesitamos de sus servicios."
-"Quiero pan con pasas" (¡¿De donde salio eso?!)
-"Espero le guste recien hecho. ¿Que le parece si nos vemos en 5 minutos?"
-"¿5 Minutos? ¡En 5 minutos apenas podria salir a la puerta de mi departamento!"
-"Alli lo esperamos, entonces."

Akita corrió hacia su puerta, por el ojo de pez vio a dos figuras definitivamente no japonesas esperando en el corredor. Una de estas con una enorme bolsa de pan. Una persona común y corriente pensaría en llamar a la policía. Akita pensó en ponerse ropa y preparar café. Era la primera vez que un posible cliente traía algo que desayunar. Era algo que merecía respeto. Además, según el anuncio de la compañía que lo tenia asegurado, con solo pagar no sufriría ni incendios, ni robos, ni combustión espontánea.


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