sábado, enero 28, 2006

La vaca sagrada

Algo que caracteriza, o encasilla mas bien, a la imagen que tienen los japoneses en el extranjero es la de gente metodista, introvertida y obsesiva. Ciertamente no son los mas bailadores de este hemisferio. El amor al detalle, la obsesión por la creacion perfecta, es algo que se ve como la meta de todo trabajo. "Si tu trabajo es barrer, has del oficio un arte".

La ultima frase suena apantalladora. Esta filosofía ha traído desde el sabor perfecto de Tonkotsu Ramen que puedo probar en cualquier Ippudoh. La receta debería de tener sutiles variantes, siendo por lo general una empresa interpretativa. De la misma manera que con un concierto de Jazz, aun por el mismo autor, uno espera, anhela, diferentes versiones. Occidental pensamiento que constantemente se encuentra con su nemesis por estas tierras. Por una parte trae seguridad, "Siempre encontrare la misma sopa, y el mismo fideo aqui", pero tambien crea un sentimiento de aborrecían prematura. Como ver todas las mañanas la misma noticia, o escuchar siempre la misma pregunta.

De momentos no me puedo sentir mas que sorprendido por el esfuerzo que algunas personas ponen en perfeccionar su trabajo, aun sea algo que no se puede mejorar, o que no vale la pena. Esto se ve exageradamente en el ambiente culinario... o mejor dicho, en la empresa del entretenimiento que se ha convertido la comida. Si alguien llego a ver Ryori no Tetsujin (Iron Chef), temo tener que decir que eso no es ni la punta del iceberg.

"El mejor pan tostado de Japón", "El melón mas dulce de hokkaido", "La vaca mas cara del mundo" Cuando se promueven los productos típicos de una región una gran parte es que platillo existe allí, independientemente de que sea algo tan común como las tortillas de maíz en México. "En Akihabara se vende Oden en lata" *gasp* "En Yokohama hay Ramen!" "En Sapporo hay Ramen!" "En Akihabara hay Ramen!"...

A quien le importa?

miércoles, enero 11, 2006

Pata de perro.

Por primera vez en tres años salí de Japón, y no fue a México. GataGata y su servidor fuimos a las tierras del mediterráneo, donde el queso y la pasta son reyes, y el café no sabe a agua de calcetín de turista francés. Italia tenia algo que me ha llamado la atención desde hace tiempo, y quera averiguar que demonios era. Tenia la esperanza que no fuera solo el querer probar un espresso bien hecho.

  • Los espressos fueron estupendos.
  • Las calles distaban mucho de estar limpias.
  • El queso fue magnifico.
  • El tren fue un ejercicio de frustración y desconcierto.

Venecia es una ciudad hermosa. Recubierta en descuido y moho. El grafitti rodea el área de Pompeya. Poseidonia con templos de mas de 2000 años, con botellas de agua y bachichas de cigarros incrustadas en sus entrañas.

Me es algo desconcertante ver a los siempre bien peinados italianos tratando sus calles, edificios y arte con tanto abandono. En México lo he visto mucho por parte de personas que excusan sus malos modales y falta de civismo a ser "humildes", como si eso fuera un permiso para ser un cerdo. Es triste ver a estar personas, y me fue mas triste ver personajes vestidos en marcas que asumo son el tema de platica mas común entre metro sexuales y mas vanos personajes,tirando elegantemente porquería y media en la vía publica.

Pero no todo fue malo. La comida fue genial, las vistas espectaculares en todas las partes turísticas y la mayoría de la gente fue amable y amistosa. La gente no se noto floja... simplemente parece que les importa un bledo si las paredes de su casa se parten en dos por causa de una capa de pintura que no se ha aplicado en dos décadas. Mas espacio para poner espejos, supongo.

Regresamos a jp apenas antier... y por supuesto, inmediatamente nos fuimos a trabajar. Ah... la no tan dolce vita

*Edit:Una foto de lo que encontramos en Florencia. El mundo es mas chico de los que muchos creen.