-Capitulo anterior-
Por lo menos este Tiempo no lo saludaba con "Señor".
"Mejor pide tus tacos para llevar, ¿que paso? ¿Que se te perdió?"
Tiempo reviso rápidamente una mini-consola disfrazada como un aparatoso reloj digital. El nivel de sarcasmo marcaba 0. No quiso aventurarse a probar con "tedio" y "fastidio".
"Nada, solo er... quería conocerle mejor".
De nuevo ese saborcito agrio. Canuto tiene la idea de que se gano el titulo de santo por soportar a este tipo, o quizá fue por exterminar a una de sus versiones en un momento de furia. Claro que se excuso con que era para salvar al mundo, aunque ya había dado con una solución menos sangrienta. ¿Fue solo un sueño? Tal vez esa era la razón por la que quería celebrar, Canuto siempre ha sido bueno para revivir sueños, y hacerlos lo mas vividos posibles.
"¿Para que? Argh... eres el primero, supongo".
"¿Hay otros aparte de mi?"
Tiempo se veía mas confundido que de costumbre. Nada de esto venia escrito en la sinopsis del viaje. '¡Conozca gente famosa de otras épocas! ¡Pruebe comida hecha de animales reales! ¡Salga a la calle sin respirador!' En el panfleto no decía nada de un viejo rezongón, que para acabar ya parecía saber su nombre. Posiblemente este viejo realmente tiene sobrenaturales poderes, como los mostrados en la historieta basada en su persona.
"El primer Tiempo que da con una versión mía, al menos. Veras, el Tiempo que tengo aquí enfrente no es el mismo que me encontré hace décadas, o al que vi hace 6 meses. Recoge tus tacos". Canuto ni siquiera reparo en la confusa cara de su interlocutor.
"Por cierto, aprovechando, por que fue que se te ocurrió buscarme?".
Tiempo no estaba seguro de contestar, el folleto decía específicamente que no se debía explicar nada sobre como se había hecho posible el viaje en el espacio tiempo, como evitar la destrucción de lineas temporales y demás. Principalmente para evitar problemas con alguien patentándolo, o peor, hacer una serie televisiva con ese tema. Tenia que mentir, y ser convincente.
"Es que soy un fan de sus trabajos, especialmente de su libro 'Zen y Ramen para una vida mejor'". Tiempo se sentía orgulloso. Nada sospechoso, nada que insinuara que el no nacería en siglos, nada que rompiera su linea temporal, o el contrato con la agencia de viajes. La multa por ello es de casi 4 meses de su salario.
"Vaya, me alegro que trabajos que aun no escribo sean tan aceptados. Me da un sentimiento enorme de seguridad".
El reloj retro-futurista de Tiempo parecia emitir luces cual discoteca.
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1 comentario:
si tus escritos fueran algun tipo de comida solo me restaria decir sirvame otro plato porfavor °¬° :p jya ne.
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