martes, marzo 04, 2008

Cuervos tokiotas

No hay necesidad de ser un físico, o un biólogo o un medico o un especialista en materiales para entender lo que pasa cuando un ser humano acelerado a cosa de 45mt/s entra en contacto con una calle pavimentada. Para aquel par de personas que no estén familiarizadas con la fuerza de la gravedad, de la dureza del pavimento o con los seres humanos solo queda decirles que no es un evento agradable. Cada molécula que conforma el cuerpo se ve en necesidad de cambiar de posición repentinamente, estallando paredes celulares, capilares, intra y endodérmicas. La sangre se licua, los huesos se rompen, el cerebro se apaga.

No se sobrevive a una caída así. Tanaka así lo suponía. No se tiro del edificio para sobrevivir. Se tiro para terminar con todo, de la manera mas eficiente, y mas indolora. El sistema nervioso debería de haberse bloqueado al menos, Tanaka había escuchado algo al respecto en un documental sobre decapitaciones rituales. Si, un salto desde un enorme edificio debería ser suficiente.

Entonces que es este dolor, este seco, estridente, perpetuo dolor que siente en cada poro de su ser*?

-"Eh, disculpe. Uh, sr. Tanaka?"

El dolor, el dolor! Una anciana voz se escucha en su cabeza, pero no logra entender que dice. Sera una alucinación? Algo generado en su moribundo cerebro?

-"Sr. Tanaka!"

La voz, la voz es real. El dolor también.

-"Si... si." Se escucho decir. Reconoció su voz, pero se sentía diferente, como si fuere una grabación.

-"Si, Sr. Tanaka. Mi nombre es Canuto, de la brigada de recolección especial de ALMAS. Temo informarle que tenemos un ligero problema con nuestro servicio automatizado de recolección de entidades he impresiones ectoplásmicas"

"Que quiere decir? Que estoy muerto y me recolectara para el infierno? No me diga que Enma-sama también existe!" La voz de Tanaka sonaba oxidada, histérica, cínica.

"Eh, Si, No, ese no es mi trabajo, y Si, el Sr. Enma por supuesto que existe, aunque dudo poder presentárselo." Canuto caminaba alrededor del cadáver, asegurándose de no mancharse los zapatos con licuado de gente. "No se preocupe, usted definitivamente esta muerto. No puedo decir que fue la forma mas creativa de perder la vida, o la mas razonable, pero rara vez falla. Por lo menos no se tiro a un tren, así no tengo que buscarlo por partes."

"Que... que sera de mi? Iré al infierno, verdad? O regresare como un espíritu?"

"Uh? No, nada de eso. Usted no cumple los requerimientos para eso. Solo voy a archivar una copia de sus memorias y a darle una reparacion rapida. Al menos dejarlo util"

"Util?"

"Asi es. En su estado actual no es mas que un estorbo en el no-mundo. Le digo, escogio una manera de morir muy efectiva, pero demasiado violenta. Seguramente tiene algun dolorcito por eso, no?."

"Dolorcito! Imbecil!"

"Hey, yo fui quien tuvo la ideota de estrellarse en el piso? Solo vengo a hacer mi chamba y a hacerle platica en lo que se arregla el desperfecto. Ah, y a asegurarme de que no sufriera mas de lo debido. A que cabeza la mia, ya ve? Por platicar se me olvido darle anestesia!"

El japones es un idioma que depende demasiado de la infleccion y del estatus para insultar de manera convincente. Tanaka no logro insultar a Canuto cuando este le dijo que se le olvido de la medicina, ni cuando sentía como sus frías manos reorganizaban pobremente sus fantasmales huesos. Tampoco logro insultarlo a satisfacción cuando este se detuvo a mitad de la operación para contestar el teléfono, ni cuando un grupo de cuervos aprovecharon el descuido del anciano para desayunar suicida.

Cuando Canuto dejo de informarle a Izanami que si, todo estaba bien y que no había de que preocuparse, no quedaba nada de Tanaka, mas que su eterna culpa y su eterno dolor.





*Ser que, por simples razones mecánicas, también incluye un pollock pintado en tonalidades principalmente carmesí.