Por cuestiones que no están en mi poder remediar, en mi actual lugar de trabajo tengo que trabajar con Windows XP. Sin la posibilidad de instalar software (sea gratis o libre) a menos de llenar un par de kilos de formas, o que este disponible en Microsoft.com, este nerd se ha visto forzado a acostumbrase al triciclo que es CMD.EXE, a no tener mas de un desktop a la vez (el powertoy que distribuye ms es destruido gachamente por Excel, el editor de texto favorito de Japón), y a decirle a Windows que no, que no quiero reiniciar por que reconecte el ratón USB.
Al principio creí que la nueva Powershell haría la transición menos dolorosa. "Es como bash, pero en .Net!". "Perfecto para sysadmins!". "El reemplazo de Vbscript". Sera el sereno, el lenguaje del script se antoja verboso pero entendible, hasta cierto punto, sensato. Los cmdlets tienen un nombre casi tierno y el código prácticamente se lee solo. Tiene la elegancia* y la gracia de Jorge Ortiz de Pinedo (ninguna) y la creatividad de un burócrata, pero cumple su trabajo.
Pero no ayuda a la perdida de la terminal. Aun con "Power" antes de "shell", todo corre bajo cmd.exe**. Tiene una pantalla azul nueva, tiene alias para "ls", "~","cp", "kill" y "man", pero no son mas que eso, alias. No hay auto-complete para comandos fuera de cmdlets precargados, no hay tabs, y lo mas cercano a grep sigue siendo, o FINDSTR, o uh... algo como esto:
get-childitem ./* -include *.lsc -recurse | select-string -pattern "foo"
Si, se que entienden mi dolor. Habrá quien replique con lo mismo de "Pero Linux no tiene juegos" o "no jalo con mi chuperdupper blaster 3000". Si, Windows XP tiene sus pros. No serán estabilidad, o seguridad o facilidad de uso, pero corre MS Office y sus macros, y programas que requieren dongles para funcionar, y el demon que se pone a investigar que software tengo instalado, y que aumenta la cantidad de passwords para loggearte de uno a 3 (que la regla parece ser, "no importa si es el mismo las tres veces") y el antivirus que se traga la mitad de mi RAM. También corre a la perfección la tarjeta wireless interna de la laptop (que tenemos prohibido usar por cuestión de seguridad) y la función de hibernación (que también esta prohibida, por que elimina 2 de los 3 passwords mencionados arriba).
Al menos alguien tenia en su folder compartido la versión de Perl para Windows de ActiveState. Seguro un rebelde linucero, o alguien que simplemente quería trabajar. Que el FSM lo bendiga, un par de scripts me han ahorrado suficiente tiempo para escribir esta pared de lamentaciones (por que el #$%$#% dongle para trabajar esta ocupado.).
*Si, perl tampoco tiene nada de elegante, pero al menos si hace reír.
** Aun así logra arranar mi PC, una core duo con 1gb de RAM. Culpo al antivirus, que tampoco puedo nombrar, con tal de que ningun ebiru suppa hakka- infecte la internet con un winnie virus y cause el fin del mundo.
domingo, noviembre 25, 2007
domingo, noviembre 11, 2007
viernes, noviembre 02, 2007
Como si la calistenia no fuera suficiente
De nuevo en la oficina de la calistenia.
En la nueva vieja chamba, a la hora de la comida se acerca dulce y tierna chamaca a mi asiento. Pone una nota con su nombre, su edad, sus gustos (una fanática del badmington y la pasta) y su teléfono. La nota esta decorada con un dibujo de una jirafa. Traje sastre, ajustado. Falda a las rodillas y maquillaje sobrio pero jovial. Me sonríe con dientes peque?os y perfectos.
Esto me huele mal.
La chamaquita vende seguros. Detrás de ella, una vieja matrona, escondiéndose en las sombras, le dice que preguntar. "Ponga aquí su nombre, su cumpleaños, su teléfono". Sonrío, pero no en respuesta a la linda mocosa, sino sonrío por todo el problema que necesito para entrar a esta oficina (pasar dos puertas de alta seguridad, guardias y cosas que mi contrato no me permite decir), solo para ver a dos personas que no tienen nada que ver con el laboratorio entrar y obtener información personal de los empleados, usando sexo y jirafas.
Lastima que no entiendan que el correo jaja@oraveras.com no las llevara a ningún lado.
Lastima que volverán la próxima semana, con panfletos y mas maneras de no dejar comer a gusto.
Lastima que voy a salir a comer al lado del río, por que comer a oscuras como que ya no es lo mio.
Por lo menos no son las rucas de la otra chamba, a las que les dije que venia de Rusia, y que es un deshonor a la patria el comprar un "seguro".
En la nueva vieja chamba, a la hora de la comida se acerca dulce y tierna chamaca a mi asiento. Pone una nota con su nombre, su edad, sus gustos (una fanática del badmington y la pasta) y su teléfono. La nota esta decorada con un dibujo de una jirafa. Traje sastre, ajustado. Falda a las rodillas y maquillaje sobrio pero jovial. Me sonríe con dientes peque?os y perfectos.
Esto me huele mal.
La chamaquita vende seguros. Detrás de ella, una vieja matrona, escondiéndose en las sombras, le dice que preguntar. "Ponga aquí su nombre, su cumpleaños, su teléfono". Sonrío, pero no en respuesta a la linda mocosa, sino sonrío por todo el problema que necesito para entrar a esta oficina (pasar dos puertas de alta seguridad, guardias y cosas que mi contrato no me permite decir), solo para ver a dos personas que no tienen nada que ver con el laboratorio entrar y obtener información personal de los empleados, usando sexo y jirafas.
Lastima que no entiendan que el correo jaja@oraveras.com no las llevara a ningún lado.
Lastima que volverán la próxima semana, con panfletos y mas maneras de no dejar comer a gusto.
Lastima que voy a salir a comer al lado del río, por que comer a oscuras como que ya no es lo mio.
Por lo menos no son las rucas de la otra chamba, a las que les dije que venia de Rusia, y que es un deshonor a la patria el comprar un "seguro".
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