Bajo del avión con mochila en mano. Salgo del aeropuerto directo a la calle, como si fuera una vil central de autobuses. El aire huele a ácido cítrico y capsicum y cebolla y tomate. Cilantro y tortilla mojada.
Camino bajo el Sol, rodeando baches y esquivando bicicletas y camiones de pasajeros. Encuentro una camiseta con Bart Simpson impreso en ella, colgada en una jaula de malla. Por acto reflejo checo mi el peso de mi mochila y que mi cartera sigue conmigo. Continuo caminando.
El sol desaparece.
Huele a gasolina, el humo lastima mis ojos. Me llega la peste a carne quemada, mientras piso un charco de algo chicloso, negro. Huele a rastro, a llanta quemada, a pólvora. Veo cuerpos calcinados, cuerpos ensangrentados, un perro ladrando a su amo que yace inmóvil.
Una mano me toca el hombro, Volteo y
1 comentario:
Y que estas un poco ansioso por regresar a Mexico...
Y para ser de provincia tienes una percepción muy DeFeña de Mexico en tus sueños.
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